CARTAS ASTRALES

 Aquí tienes un ejemplo de carta astral, para que veas cómo es:

Como puedes apreciar, se compone de un aro exterior en color amarillo donde están representados todos los signos del zodiaco, un círculo interior partido también en doce fracciones que simbolizan las Casas y uno en el centro más pequeño que es la Tierra.  Los símbolos que ves esparcidos por la carta son las posiciones de los distintos elementos que se analizan.

En términos astrales, tu carta astral define cómo es tu personalidad. Cómo eres, actúas y piensas, según la astrología. Sobre el papel, es un mapa del cielo que representa el momento exacto en el que naciste. Por lo tanto, aparecerá el Sol, la Luna, el punto que marcará tu Ascendente y todos los planetas que conocemos: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Estos estarán situados sobre la rueda zodiacal de los 12 signos, que a su vez está dividida también en Doce Casas, las cuales representan diferentes facetas de nuestra vida. 

La Tierra es el centro de este círculo (porque así de egocéntrica es la astrología) y los astros se sitúan esparcidos en los 360º exteriores.

Al igual que el signo solar es imprescindible para saber cómo eres, también lo son el lunar, el ascendente o el de los demás planetas. Por eso, es importante diferenciar cuál es cada uno de ellos y qué dicen sobre ti.

  • Signo Solar: Es tu signo del zodiaco habitual, el que miras cuando lees el horóscopo mensual, por ejemplo. Representa el yo, la personalidad, la identidad y el ego. Es el indicador más potente de quiénes somos. Tu esencia. Aquí te resumimos las características más comunes de cada signo. Para calcularlo, se mira la localización del Sol en el cielo durante tu primer respiro, aunque sabiendo la fecha es suficiente, ya que los periodos suelen durar cuatro semanas.
  • Signo Lunar: Es la posición de la Luna en el momento que naciste. Representa las emociones. O, para que lo entiendas, refleja cómo somos realmente, la manera de expresar los sentimientos, si somos dramáticos o más fríos… Según dónde la tengas, sentirás de una manera u otra, y así lo harás saber a los demás. Vamos, el culpable de lo ‘drama queen’ que eres.
  • Signo Ascendente: Aunque pueda resultar difícil de comprender, es el principio de nuestra carta astral. Es el punto más oriental de nuestro horizonte cuando respiramos por primera vez. Este signo describe cómo nos proyectamos o nos ven los demás, que también cambiará según la constelación sobre la que se encuentre. Es algo así como la máscara que llevamos, que esconde nuestra verdadera esencia.

Los planetas: qué representan en la carta astral

Primero hablaremos de los planetas personales. Es decir, aquellos que nos afectan directa e individualmente por su cercanía a la Tierra.

Ahora vamos con los planetas sociales. ¿Qué les diferencia de los anteriores? Pues que su energía, al estar físicamente más lejos de nosotros, nos afecta más como sociedad que individualmente. Y también que tardan más tiempo en realizar un vuelta completa por la rueda zodiacal. Es decir, por las constelaciones. Al final, están más alejados de la Tierra que los tres primeros que hemos nombrado.

  • Júpiter: el de la buena suerte y la expansión. Su función es de altavoz: cada vez que se topa con algún signo, potencia sus energías. Su único objetivo es hacernos madurar. Se encarga de la regencia del signo Sagitario.
  • Saturno: gobierna la responsabilidad, el control y la ambición. Gestiona cómo respondemos a las normas u obediencias. Dato curioso: tarda 28 años en dar una vuelta completa en su órbita y de ahí llegan las crisis de los 30. Gobierna el signo de Capricornio.

Los tres planetas más alejados aún de nuestro cuerpo celeste son los planetas transpersonales. Su misión va más allá de mejorar un defecto o sacar lo mejor de nosotros. Están conectados con nuestra parte más espiritual y con nuestra alma. La posición de estos cuerpos celestes en los signos suele definir las diferentes generaciones.

  • Urano: responsable de tu intuición y la rebeldía. El que te da las sorpresas que cambian tu vida. Como la personalidad de un Acuario, que nunca saber por dónde te va a salir, signo que rige. Tarda 84 años nuestros en dar una vuelta completa a su órbita, unos 7 se pasa en cada signo.
  • Neptuno: la espiritualidad e imaginación están dadas por él. También la manera que una generación tiene de pensar sobre distintos aspectos sociales: política, salud mental, feminismo, racismo… Son 164 años terrestres de trayecto por su órbita y unos 13 o 14 en quedarse en cada signo. Ahora entiendes por qué los ‘millennials’ pensamos diferente que la generación boomer, ¿verdad? Piscis es el signo gobernado por este cuerpo celeste.
  • Plutón: el más lejano, su vuelta a Sol completa dura 247 años. Aunque el más poderoso ya que modera la muerte, el renacimiento y la transformación. Por supuesto, se encarga del signo de Escorpio.

Las Casas en la carta astral

Además de esto, hay que tener en cuenta (sí, todavía hay más) las Casas en las que están situados los planetas y diferentes astros. Hay 12 y cada una de ellas representa el ámbito de la vida en el que se aplican dichas energías.

  • Primera Casa: es el yo y está regida por Aries.
  • Segunda Casa: representa el dinero y está bajo el mando de Tauro.
  • Tercera Casa: cómo nos comunicamos, con el signo de Géminis al mando.
  • Cuarta Casa: nuestra infancia y relación con la familia, el hogar… gobernado por Cáncer.
  • Quinta Casa: la creatividad y el amor con Leo al timón.
  • Sexta Casa: la salud y lo serviciales que somos con los demás con el signo más hospitalario, Virgo.
  • Séptima Casa: la pareja y las relaciones regentada por Libra.
  • Octava Casa: el sexo, la muerte y el nacimiento, responsabilidad de Escorpio.
  • Novena Casa: la filosofía y aventura bajo Sagitario.
  • Décima Casa: la carrera profesional y estatus social es cosa de Capricornio.
  • Undécima Casa: la relaciones de amistad y comunidad a cargo de Acuario.
  • Duodécima casa: lo que no podemos controlar llamado subconsciente y espiritualidad, con Piscis.

Los aspectos en la carta astral

Puede que sea la primera vez que escuchas este término, pero es la relación que hay entre los distintos elementos que hemos visto anteriormente. Es una especie de ‘diálogo’ que hacen, según la distancia que tengan entre ellos en la carta astral (medido siempre en grados). Y por supuesto, cada una de ellas tiene un comportamiento específico de las energías. Los aspectos más importantes son los mayores:

  • Conjunción: cuando dos planetas se encuentran entre 0º y 8º grados de distancia. Es decir, al lado. Unen sus energías.
  • Oposición: cuando dos planetas se encuentran a 180º de distancia, es decir, en el extremo contrario, como ocurriría con el ascendente y el descendente. Las energías son opuestas y suele haber bloqueo.
  • Cuadratura: cuando dos planetas se encuentran a unos 90º de distancia. Puede sonar similar a la oposición, pero se diferencia en que aquí las energías pueden ser opuestas, pero ambas salen a la luz.
  • Trígono: cuando dos planetas se encuentran a unos 120º de distancia. Es una unión maravillosa porque son energías afines entre sí.
  • Sextil: cuando dos planetas están entre 55º y 65º grados de distancia. Esto se considera una energía ying yang, porque comparten polaridad.

El signo descendente: el contrario al signo ascendente

Por último, es importante destacar el signo descendente, considerado el opuesto al signo ascendente y el que da la información de los rasgos de la personalidad que queremos esconder. En la carta astral, se localiza a través del punto DC. Este se encuentra en lado contrario al AC, que es el correspondiente al ascendente, situado en uno de los extremos de la línea central que parte el mapa en dos. Delata la otra cara de la moneda, lo que preferimos ocultar o lo que tenemos debajo de la máscara.

En resumen, las cartas astrales son…

Puede que alguna vez te haya ocurrido que, al leer cómo es tu signo del zodiaco, no te hayas sentido 100% identificada con el mismo. Esto pasa porque debes tener en cuenta la posición de todos los planetas y signos de tu carta astral, los cuales marcan tu personalidad al completo. De la misma manera, dónde se encuentran estos en las Doce Casas, para saber cómo actuarás en diferentes ámbitos de tu vida. Y, por supuesto, las vivencias de cada uno también tienen mucho que ver.

Según dice Roberto L. Saula en su libro ‘Tu carta astral y tú. Una guía práctica’, no debe considerarse como determinista valorar la vida de alguien en base a cuando nació. Más bien, la carta astral trata de ‘‘analizar energías potenciales, luces y sombras con muchas formas de manifestación posibles, que permiten al individuo conocerse y comprender el ciclo que está atravesando’’.